“Abnocto” es el latín para “estar despierto toda la noche”: así titulan a su segundo y rumorado último álbum del dueto inglés Monarchy, conformado por Andrew Armostrong y Ra Black.

Creado a partir de fondos crowd founding, en esta producción siguen explorando el universo synthpop, con notable influencia de Depeche Mode y Pet shop boys, aunque a diferencia de su debut, el maravilloso “Around the sun”, suena un poco más intimista y obscuro.

Abre el disco con “Living without you”, donde lanzan toda su artillería de sintetizadores para ofrecernos una casi perfecta canción electropop; con una mirada optimista y catártica sobre un abandono (tema recurrente en sus letras). Quizá el corte estrella y el mejor ejemplo de lo que es capaz de crear el dúo en su género.
 

 

Le sigue “Dancing in the corner” un atractivo medio tiempo que inevitablemente nos recuerda al famoso “Dancing on my own” de Robyn por el título y musicalmente a los ambientes del ‘Songs of Faith and devotion’ de Depeche Mode, con percursiones a lo R&B, beats discretos y una letra que quizá hace referencia a la reciente salida del closet por parte de Armstrong (“We’re on the black list, we’re not welcome anymore.”).
 

 

“It’s all I know”, el tercer corte, empieza con una dulce guitarra que va allanando el camino a los sintetizadores, para terminar como una canción a medio camino entre el dance y el pop.

“Falling in love with a memory”, es la más cercana a un sonido orgánico, con el conjunto de bajo y batería, que sirve de preámbulo a ese experimento llamado “Almost human”. La cual es una curiosa canción a capela alternando la voz de Ra con vocoders y un sonido minimalista.

Pero la calma termina y continúan con el primer sencillo que dieron a conocer de esta etapa. La curiosa colaboración con Dita Von Teese titulada “Disintegration” que no desentona para nada en el contexto del álbum, a pesar de ser la más bailable del disco con su base house y haber sido publicada hace un par de años.

“Black widow”, nos envuelve en el mejor electropop y aunque suena sospechosamente parecida a cualquier canción de su primer disco, tiene el gancho necesario para hacerla sobresalir, recordándonos al sonido de “Very” de los Pet shop boys, que es más un halago que una ofensa.
 

 

“The beautiful ones” pasa casi desapercibida con un sonido algo obsoleto cercano al dance genérico que tan de moda esta, aderezándolo con silbidos que, comparado con otras canciones de su discografía, es de las menos logradas.

“Fractured World” es un medio tiempo sin mucha sorpresa pero que sirve de puente perfecto para el tema con el cual cierra el disco, “Like soldier”. “Like soldier” es una preciosa balada con metáfora al abandono del amor donde la voz de Ra es la protagonista haciendo nuevamente uso de una instrumentación minimalista y discreta.

Monarchy es de esos grupos que no cuentan con fama a pesar de la calidad en sus composiciones, pero si una base solida de fans, esos que quizá, a pesar del anuncio de que es el último trabajo juntos y se separaran, no dudarían en pernoctar fuera si al proyecto le dan continuidad.

 
 
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