Como introducción a la historia, Paolo Sorrentino nos presenta una Roma al mediodía musicalizada por una obertura de sopranos. Son imágenes de exteriores junto con personajes que recién despiertan o simplemente nunca durmieron la noche anterior. Pero lo más interesante es cuando un turista de un grupo de japoneses, intenta tomar una foto de Roma en un mirador y en el acto muere. En un sentido el turista muere de emoción pues Roma fue demasiado para él, el director nos señala la grandeza de Roma, una ciudad de una intensidad extrema tanto por su hermosura como por su forma de vivir.(Anatomy of a Scene: ‘The Great Beauty’: The director Paolo Sorrentino narrates the opening sequence of his film.)

Jep Gambardella cumple 65 años en una gran fiesta lujosa y excéntrica donde interactúa la alta sociedad italiana en una decadencia que no sabe de edades y físicos. En el momento más climático de la celebración, el rostro de Jep se sume en un total vacío y se hace una pregunta ¿Qué es lo que más amas de la vida? Su protagonista nos guiará a una épica sobre la mortalidad y el sentido de la vida.

Es inevitable comparar “La Gran Belleza” con “La Dolce Vita” o “8 ½ mujeres” de Fellini, pues no solo su historia, estética y cuidado en la fotografía (a cargo de Luca Bigazzi) nos hace recordarla, sino también los personajes excéntricos donde algunos de ellos se transforman en monstruos de su propia vanidad.

Se trata de Roma 50 años después de aquella obra de Fellini, pues para Marcello el protagonista de “La Dolce Vita” su gran incertidumbre era el sentido de la vida a los 40’s y se nos mostraba una Roma hacia la decadencia.  Sin embargo Jep Gambardella en “La Gran Belleza” mira más hacia el pasado, en un sentido melancólico, Sorrentino le apuesta a lo profundo y a la interiorización. Roma es un escape, no hay lugar para las cosas serias, es una gran belleza devoradora pero vacía, adictiva y repleta de contradicciones, pues hay una desilusión hacia la religión, la política y hasta el arte.  “La Gran Belleza” expresa la identidad y la cultura italiana. Puede ser que como no-italianos la veamos como el turista que muere al principio y no acabemos de entenderla.

El cine italiano últimamente nos ha presentado obras como “Il Divo” de Paolo Sorrentino y “Gomorra” de Matteo Garrone, obras que intentan hablarnos de un desencanto colectivo, de un deterioro social, algo que se pudre o se transforma como por ejemplo el lenguaje a slang que hablan los chicos en Gomorra. Con “La Gran Belleza” se continúa en esa línea su única diferencia es que esta vez se trata de la clase alta y de la interiorización del protagonista.

Ha sido una de las películas más premiadas de este año, ganadora de un gran número de festivales y nombrada varias veces como obra maestra. Será sin duda un clásico de culto que marcará un tiempo. Si “la Gran Belleza” nos habla de la decadencia ¿qué le sigue? o ¿podrá haber siempre un truco para escaparse de ella?

 

Recomendación 9