El género del documental desde hace algunos años ha comenzando a reinventarse y a experimentar otra clase de narrativas, mas allá del formato cuadrado de presentar la realidad en diferentes puntos de vista, e ir entretejiendo discursos. Es muy importante tener una buena historia pero también saberla contar. “El acto de matar” es un documental único en este género, el cual no intenta ser un material didáctico para aprender la Historia de Indonesia sobre las matanzas de 1956-66, sino una aproximación a la memoria colectiva de un pueblo (que puede ser cualquiera en el mundo) y a la forma bizarra en la que los vencedores recuerdan el pasado.

Oppenheimer identificó a algunos de los asesinos de ese frente paramilitar apoyado por E.U. (los cuales exterminaron alrededor de entre 500,000 a un millón de personas por ser comunistas y una amenaza para E.U.) y los convenció de hacer una película sobre ese período, en la cual ellos escogerían la forma de contarla y en donde habría una recreación de esas muertes, con la condición de que le permitieran filmar el proceso de dicho filme.

El genocidio en Indonesia es para las personas entrevistadas un hecho patriótico, de orgullo nacional sobre todo porque quienes están en el poder son quienes lo perpetraron. El recrear el genocidio es como por fin contar la historia como “verdaderamente ocurrió” y es motivo para que los entrevistados con entusiasmo compartan sus experiencias macabras. Sin embargo la cámara capta un sin número de emociones que van matizando y haciendo más complejo todo el proyecto, pues contemplamos la lógica siniestra en los diálogos de los asesinos y la mentira que se vive para justificar sus acciones. Es un filme donde las palabras son incongruentes con los hechos, y citando a Werner Herzog, es un filme donde nos damos cuenta de que los monstruos también son seres humanos.

La dramatización de la Historia es un punto interesante, ya que la película que se filma dentro del documental se cuenta al estilo hollywodense pero con el bajo presupuesto de los recursos regionales, lo cual le da un toque Kitsch y a la vez esquizofrénico. Escenas donde los ejecutadores son vaqueros, interrogatorios estilo gangsters, coreografías surrealistas, exponen toda la influencia del cine occidental la cual es considerada el gran escape; y además hace mantener la mente positiva de la cultura americana, carente de responsabilidad moral. También esta recreación al pasado de un hecho violento hace reflexionar sobre, ¿Cuánto valor de verdad tiene la Historia? ¿Cómo podemos estar seguros de que la Historia tiene la Verdad?, ¿Cuál es el verdadero propósito de recrear un hecho histórico violento, una batalla sangrienta como la que se hace en Alabama o el Vía Crucis de Jesucristo cada Semana Santa?

Otro de los elementos interesantes es el travestismo de uno de estos líderes en varias escenas de la película que se filma. Oppenheimer ha mencionado que era un personaje inventado por Anwar Congo el cual representaba la diosa de la venganza, es relevante destacarlo pues también puede ser un símil de la identidad transgredida, de la falta de límites. En la película “Johny Mad Dog” (2008) del director Jean Stephane Sauvaire, somos testigos de cómo niños soldados armados luchan la guerra en Rwanda, cometen crímenes a civiles sin compasión y sin remordimiento. En sus primeras escenas se presentan chicos adolescentes portando artículos de niñas y aretes, y donde uno de ellos roba un vestido de novia, el cual porta mientras sigue su camino con los demás, ningún integrante del grupo lo molesta o le hace un mal comentario, es prácticamente aceptado, lo cual hace interesante preguntar ¿Si tienen alguna relación el participar en hechos violentos y de brutalidad con este tipo particular de travestismo en la zona de guerra o simplemente es casualidad?

En el documental cada vez que la cámara sale a exteriores de la ciudad, existe la sensación de estar en una actuación de un show televisivo, donde hasta la población finge, así como los medios masivos y pretenden todo el tiempo para poder cohabitar sin problemas y sin terror. Todos saben que está mal pero ellos continúan la misma corrupción de la cual son sujetos. En el documental se explica cómo es que estos líderes pueden hablar de estas muertes y vivir en impunidad después de tantos años, es también sobre ese daño social irreparable que el primer mundo le hace a otros para no perder su primera posición en el juego con que se mueve el mundo. ¿Cómo puede revertir una nación todo ese deterioro?

Desde que comienza el filme cada 5 minutos el espectador se encuentra en una nueva lectura, cada imagen y pensamiento expresado por estos personajes lleva a otro subtexto aun más profundo, es un documental con una infinito valor para el análisis. Es un filme como ninguno, poderoso y revela que a través de la recreación (teatro) y del cine (como instrumento de propaganda que recrea la historia) se es capaz de comprender lo que realmente está ocurriendo alrededor, como si fuera una terapia psicoanalítica. Sobre un espejo se refleja la consciencia de una nación y de paso todas las demás naciones que también se pueden sentir identificadas.

 

Recomendación 9.5