Texto: Agustín Falomir y Sofía Álvarez

Imagen: Agustín Falomir

La lluvia en viernes,

víspera del disfraz;

el presagio.

El clamor de flautas,

rayo en mano

que nos  rompió a raudales.

Un azul inmaculado con solapa de sol

fue en espasmos, rabia innata.

Lumbre y flores

que no encendieron nunca la nada.

Limé la furia

y vi entre la bruma celeste,

la sórdida dulce diabla marcha

de tus pestañas rubias.

Adiós tornasolado.